En la antigua Grecia, las polis (o ciudades-estado) eran prósperos centros de población, cultura y comercio. Los habitantes de estos lugares han dejado una profunda huella a lo largo de la historia: Tebas, Esparta, Atenas,... Cada polis competía con sus vecinos por la gloria, el progreso y el poder, creciendo en población, cultura,... y haciéndose la guerra unos a otros, y así levantaron magníficos edificios y grandiosos templos a los distintos dioses.

En este juego de mesa, has sido elegido para dirigir una de estas polis. Te encargarás de supervisar la expansión de tu gente, y lo más importante, guíarás a tu pueblo en su adoración a los diferentes dioses del Olimpo. Porque en el favor de estos seres divinos está tu esperanza de convertirte en el poder gobernante del Peloponeso.