Cada jugador representa el papel de un arquitecto planetario que tratará de crear un nuevo hogar para una humanidad, que por sus errores, condenó la antigua Tierra...

Con solo elegir una acción entre las tres disponibles (jugar una carta para coger todas las del mismo ecosistema, para coger las que comparten dígito o jugarla en tu zona de juego) este juego de mesa supone un desafío con una profundidad y elegancia que no suele verse en juegos a priori tan sencillos.

Cuando el tablero del universo no se pueda rellenar de cartas, se puntuará cada mundo creado por cada jugador con un sistema de puntuación que simula la armonía entre ecosistemas, fauna y flora y, sobre todo, condiciones para la vida en él. Pero cuidado, que los elementos que no cumplan este equilibrio penalizarán.