Los manuscritos antiguos hablan de un Leviatán, una enorme criatura acostada en la base de sedimentos de la laguna en cuya espalda la ciudad erige su fundación. Todos los manuscritos están de acuerdo en su sueño eterno y todos ellos dicen que la bestia se despertará un día, sacudiendo la ciudad desde sus raíces embarradas, rompiendo los zancos vitrificados en los que se asienta la ciudad y se estrellará en el mar en plena ebullición, donde el monstruo se elevará.

Los antiguos dicen, sin embargo, que habrá señales; está escrito que los venecianos sentirán los temblores, que por tanto se salvarían del monstruo, que recuperará su libertad al sumergirse en las olas de la ciudad desierta. Pero no hubo señales. Lo que los antiguos no sabían es que el Leviatán no estába vivo. Durante siglos, la ciudad vivió y prosperó en la espalda de un cadáver. Aquel cadáver, sin embargo, ahora está despertando, y con él surgen los muertos de la laguna...

En el juego de mesa cooperativo "Carnival Zombie", los jugadores controlan un grupo de personajes que huyen hacia tierra firme del terror que ha surgido de la laguna de Venecia. Este grupo de personajes debe abrirse camino a través de hordas de putrefactos "infectados" para salir de la ciudad, y los jugadores tendrán que correr antes de que el Leviatán, sobre el que se construyeron los cimientos de Venecia, se despierte. Por lo tanto, es sólo cuestión de tiempo que los sumideros de la ciudad rebosen con las oscuras aguas de la laguna.

Cada partida se divide en varias noches y días. Durante las noches, los jugadores se esconden en las trincheras detrás de las barricadas para resistir los ataques de los infectados. Durante el día, los jugadores se mueven a través de la ciudad, que es sacudida por temblores. Los infectados son atraídos por los gemidos del Leviatán en el abismo para ayudar a su amo a liberarse de los zancos en descomposición que lo unen a la base de limo. Los jugadores tienen varias maneras de conseguir escapar de la ciudad, pero poco tiempo para hacerlo, y su huida se verá obstaculizada por los jefes, los sirvientes más implacables del Leviatán.